En caravana, desde San Rafael de Escazú, más de 300 carretas de bueyes desfilan todos los años a inicio del mes de marzo hacia la plaza central de San Antonio de Escazú. Este desfile generalmente se realiza el segundo domingo de marzo, en conmemoración del Día Nacional del boyero y la boyera, el cual fue establecido el 14 de este mes.
A paso lento por las calles asfaltadas, las coloridas carretas son guiadas por personas apasionadas por la tradición del boyeo, heredada de sus antepasados, quienes cuidan con detalle todos los elementos, fieles a la tradición, incluyendo la ornamentación de la carreta y los animales, sus vestimentas y el uso de diferentes implementos tales como las alforjas y un buen sombrero de lona.
El «canto de las carretas» al rodar por las calles asfaltadas llama la atención de los lugareños y visitantes al desfile, y es reconocido sin equivocarse por sus dueños que mantienen un vínculo estrecho con la yunta y su carreta.
En el año 1988, la carreta típica costarricense fue declarada Símbolo Nacional del Trabajo; mientras que en el 2005, la actividad del boyeo y la carreta típica costarricense fueron declarados por la UNESCO como una obra maestra del Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad. Reúnen un conjunto de saberes y prácticas, valores simbólicos y estéticos únicos que para la sociedad costarricense son símbolo del trabajo campesino, el progreso, la expresión cultural y la belleza, puesto que se presenta una rica manifestación artística en la construcción y la pintura de las carretas, con trazos y combinaciones de colores inigualables, y formas de expresión lingüística particulares.
Muchos de los boyeros y boyeras portan su alforja, cargada con el tradicional almuerzo, envuelto en hojas de plátano, así como frescos naturales y más. Al llegar a la plaza, es posible observar a las personas compartir las comidas que llevan, o bien se encuentran puestos de comida donde es posible adquirir productos tradicionales, entre ellos tamales, tortillas aliñadas, gallos de picadillo de chicasquil, cajetas, pan casero y otras tantas delicias.
La visita a este colorido desfile se complementa con los bellos paisajes, las casonas de adobe y cafetales sobrevivientes en medio de la urbanización creciente, y una espectacular vista hacia el Valle desde lo alto de las montañas.
Todos estos ricos elementos de gran valor sociocultural fueron plasmados por el artista escultor Mario Parra Brenes, quien con el apoyo de docentes y estudiantes de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica, dieron origen al Monumento al boyero y la boyera, ubicado en la plaza central de San Antonio de Escazú. La obra tiene 65 metros de longitud y tres metros de alto y fue realizada en alto y bajo relieve siguiendo la técnica de modelado en arcilla y concreto.
Como parte de los elementos que forman parte de la obra, están estampas típicas de la localidad y de prácticas tradicionales del país, incluyendo los cerros de Escazú, la arquitectura rural, los paseos dominicales en carreta, el horno de leña, el trapiche y la pulpería, la vegetación de la región, las mascotas, los productos que se cultivan en la zona, herramientas de trabajo y otros aspectos que, en su conjunto, reflejan el valor sociocultural y el sentir del costarricense respecto a la tradición boyera y la vida cotidiana de antaño.
De acuerdo con una entrevista realizada al escultor creador de la obra realizada por la periodista María Eugenia Fonseca de la Oficina de Divulgación e Información de la UCR en el 2009, su inspiración fue, además del recorrido en la zona, la referencia de los cuentos de los escritores costarricenses Carlos Salazar Herrera y Aquileo J. Echeverría, las anécdotas de la gente, las pinturas de Teodorico Quirós, Fausto Pacheco y otros artistas más.
Escazú es un destino turístico imperdible donde se disfruta de su patrimonio natural, la amabilidad de su gente, las tradiciones, la variedad de la gastronomía local, donde las hojas de chicasquil ocupan un lugar especial para la elaboración del tradicional picadillo. Así, San Antonio de Escazú es un destino imperdible, donde es posible disfrutar de lugares de gran belleza escénica y la posibilidad de degustar alimentos que forman parte de las tradiciones alimentarias locales y del Valle Central.
Si desea ampliar información sobre la tradición boyera, hacemos una invitación a observar el video «Maestro Boyero» elaborado por María Ríos y Luis Rodríguez, en el marco del Proyecto de Trabajo Comunal Universitario TCU-486 de la Universidad de Costa Rica, el cual pueden acceder en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=BxRd3drwblU
Referencias:
Fonseca M. (2009, 11 de marzo). Monumento rinde homenaje a boyeros y boyeras. Oficina de Divulgación e Información UCR.
*Nota elaborada por Patricia Sedó Masís, 10 de febrero del 2023. Docente de la Escuela de Nutrición UCR.