Romería en Llano Grande, Cartago

La romería y el acto de rogación como Promesa Jurada a la Virgen de los Ángeles en Llano Grande de Cartago data de 1877. Esta manifestación de devoción popular tiene su origen en las familias campesinas cartaginesas agobiadas por el riesgo de perder sus cosechas a consecuencia de la invasión de las langostas o chapulines en su pequeñas fincas.

La desesperación los llevó a unirse en oración para pedir la misericordia divina de protección, y que alejara la plaga. Los esfuerzos de las familias eran insuficientes ante las nubes de langostas que cubrían las tierras sembradas. Su presencia generaba miedo y angustia entre los pobladores.

Los insectos se trasladaban de un terreno a otro, y de manera fugaz devoraban todo lo verde que encontraban a su paso. Los miles de insectos formaban una densa nube en el cielo. La plaga descendía y cubría rápidamente los terrenos, devoraban los cultivos de maíz y frijol, sin posibilidad de recuperar las plantas.

Sobre el combate de las plagas en la Costa Rica del siglo XIX y principios del XX, es importante indicar que la plaga de langosta o chapulín constituía un problema grave para el sector agrícola, lo cual provocó grandes pérdidas en todo Centroamérica. Para combatir la langosta, en el año 1798, se instaba a los agricultores a que siguieran las recomendaciones dadas por los guatemaltecos don José del Valle y don Ignacio Bateta, entre ellas: enterrar los insectos muertos, hacer humarascas y quemas para alejar a los mismos con el humo y fuego o hacer ruido generoso con el uso de tarros o pólvora, dado que contribuía a que los insectos se ahuyentaran (Hilje, Cartín y March, 1989).

Estas estrategias eran seguidas por los pobladores de Llano Grande, puesto que era común el uso del humo y agua en abundancia para ahogarlos; también quemaban pólvora o sonaban tarros viejos con la esperanza de ahuyentar la plaga. Las familias, numerosas en esa época, se organizaban para que una vez detectada la nube de insectos, se procediera a sonar estrepitosamente cualquier tarro u olla vieja para que los chapulines no cayeran a tierra.

Las medidas eran insuficientes, y la permanencia de los insectos en la zona ocasionaba serias pérdidas al sector agrícola campesino. Los creyentes se unían en oración y hacían rogativas y rezos a Nuestra Señora de Los Ángeles, al Sagrado Corazón de Jesús y San Isidro Labrador; además de rociar los campos con agua bendita.

Era abril de 1877, y los pobladores de Llano Grande enfrentaban el serio problema de la visita de la langosta a sus tierras. Se vivía una época de transición entre el verano y la lluvia, y los campesinos tenían que velar los cultivos en sus pequeñas parcelas para evitar que la langosta arrasara con lo que se encontrara a su paso.

La fatalidad se asomó al pueblo, una nube de langostas (chapulines grandes) cubría a todos los sembradíos. Los insectos llegaban a los cultivos y los destruían rápidamente. Las personas se organizaban y sonaban una y otra vez los tarros con tal de ahuyentar a los insectos, sin resultados positivos.

Las nubes de chapulines volaban entre uno y otro cultivo para saciar su voraz apetito. Desesperados ante la ruina y el hambre que se avecinaba al quedar destruidas las siembras de maíz, frijol y otras hortalizas, un grupo de campesinos solicitó una reunión con el Pbro. Juan Ramón Acuña y el Gobernador de la provincia Sr. Vicente Villavicencio para realizar una peregrinación con la imagen de la Virgen de Los Ángeles. Lo anterior con el objetivo de pedir la misericordia divina y alejar la calamidad y ruina del pueblo.

Pidieron prestada la imagen mariana y, en andas, iniciaron una procesión entre las fincas, donde decenas de familias se unieron en rezos y plegarias. Entre las tierras invadidas por las langostas, las personas hacían su romería, y fervorosamente clamaban a la Virgen su intercesión para ahuyentar a los insectos (Piedra R., 2010).

De repente, un 16 de mayo, sorprendidos miraron al cielo cuando una parte de los insectos que invadían sus terrenos se alejaba del pueblo, y volaban en forma de una nube a lo alto; mientras que miles de langostas permanecían muertas en el suelo. Entonces, las personas reconocieron que sus plegarias y rezos a la Virgen habían surtido efecto, y consideraron este hecho como un milagro divino.

Es así como desde 1877 la romería se ha celebrado de manera ininterrumpida, como una Promesa Jurada del pueblo de Llano Grande de Cartago por la retirada y exterminio de la plaga. Este hecho sucedió en un lugar conocido actualmente como Barrio Los Ángeles, donde aún se conserva “la piedra del milagro”. En este lugar se construyó un pequeño santuario donde anualmente se reúne un grupo considerable de personas para la realización de la peregrinación (Piedra R., 2010).

La romería en Llano Grande de Cartago se efectúa entre la tercera semana del mes de abril hasta el 16 de mayo. Ni la lluvia ni las bajas temperaturas son barreras para que decenas de familias participen en este evento comunitario. La actividad inicia con una Eucaristía en el templo de la localidad, y luego se procede con la peregrinación por las fincas.

El recorrido con la imagen de la Virgen de Los Ángeles en un camarín se hace entre las principales calles, cultivos y fincas e instituciones locales, donde las familias reciben a cientos de personas romeras para compartir rezos, cánticos con guitarras y una comida elaborada de manera especial para ellos.

Para esta celebración, las personas preparan aguadulce, café, gallos de picadillo de papa o chayote, bizcocho, pan, arroz con leche y otras ricas comidas tradicionales para recibir a los caminantes, con lo cual en esta actividad se promueve la unión comunitaria y comensalidad.

Romería en LLano Grande. Foto publicada por el medio «Comunicaciones Cartago», 3 de mayo 2019.

Alajuela fue también escenario a principios del siglo XIX de un acto de rogación por parte de los pobladores para solicitar la misericordia divina ante la afectación de los cultivos por plagas de insectos. La Procesión Jurada en rogación al Sagrado Corazón de Jesús se empezó a realizar en 1826, y se oficializó en Alajuela en el año 1913. Desde entonces se celebra anualmente el último domingo del mes de junio.

En Puriscal, familias campesinas recuerdan que entre 1930 y 1940 sus pequeñas fincas también eran invadidas por las plagas de langostas. Los cultivos de maíz, frijol y caña de azúcar estaban entre los más afectados por la acción de nubes de insectos que se trasladaban de uno a otro terreno. Como en otros lugares del país, las familias recurrían al uso de tarros y el hacer mucho ruido para ahuyentar a las nubes de insectos que rodeaban la zona.

La presencia de las nubes de langostas se interpretaba para muchos como el fin del mundo, y los que en esa época vivían su infancia, recuerdan que había mucho temor y angustia. La cantidad de insectos era inmensa, y cuando se acercaban a las pequeñas parcelas, las personas miraban una densa nube que hasta tapaba la luz del sol. Cuando la nube comenzaba a disminuir la altura para caer sobre los cultivos, era el momento para comenzar a hacer el ruido y ahuyentar a los insectos.

Las rogativas en el campo se hacían a San Isidro Labrador, patrono de los agricultores, con la finalidad de que protegiera las fincas. No se registran actos públicos de rogación, aunque las personas sí recuerdan cómo los adultos rezaban el rosario, mientras cuidaban los terrenos ante la amenaza de la inminente llegada de la plaga. También, durante esa época en Puriscal eran comunes las rogaciones y plegarias para que llegaran las lluvias, principalmente en abril y mayo, cuando se hacían los sembradíos de tabaco.

Fuentes consultadas:

Hilje L., Cartín H., March E. (1989). El combate de plagas agrícolas dentro del contexto histórico costarricense. En Rev. Manejo Integrado de Plagas (Costa Rica). 14: 68-86. Publicación del CATIE.

Monterrosa M. (2005). La Negrita y el milagro contra una plaga. En línea: http://wvw.aldia.cr/ad_ee/2005/mayo/13/nacionales11.html. Publicado el 13 de mayo del 2005.

Piedra R. (2010). La Romería en Llano Grande de Cartago. Comisión de Romería de Llano Grande de Cartago. Reportaje elaborado por Informe 11, REPRETEL, 30 de abril del 2010.

Ramírez E. Llano Grande de Cartago. En línea: http://www.patrimonio.go.cr/certamenes/certamen_tradiciones_costarricenses/alvarado%20y%20oreamuno/Llano_grande_de_Cartago.html.

Entrevista a Cecilia Masís Herrera y Emilce Masís Herrera oriundas de Santiago de Puriscal sobre la experiencia de las familias de la década de 1930 en relación con la afectación de los cultivos por la presencia de plagas. 11 de julio 2013.

*Nota elaborada por M.Sc. Patricia Sedó Masís, Proyecto EC-436 Escuela de Nutrición, 20 de agosto 2023.

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