La milpa, tesoro agro alimentario de herencia precolombina

La milpa representa uno de los sistemas agrícolas tradicionales más importantes de herencia precolombina. Las prácticas agrícolas desarrolladas por la población indígena en el pasado resultaron de gran valor agrícola, ambiental, alimentario y cultural para la población, y es por tal razón que se procuraron atesorar, heredándose el conocimiento de generación en generación.

Siembra de la milpa. Ilustración del Códice Florentino, siglo XVI

Sobresalen los saberes vinculados con la selección y conservación de las semillas, la siembra y la cosecha, donde es relevante señalar el valor en la protección de los recursos genéticos, y la variedad lograda en la alimentación a partir de la tríada maíz-frijol-ayotes y todo lo que crece en esa porción de tierra de forma silvestre, lo cual también constituyó fuente alimentaria, como culantro coyote, tomatillos, verdolagas y otros productos más.

En el colorido paisaje de la milpa encontramos como protagonista a la planta de maíz, de la cual se aprovechan las mazorcas en sus diferentes estados de madurez -desde muy tiernos hasta las semillas secas-, así como el uso del “pelo de maíz” con fines medicinales o bien las hojas de la planta para envoltura y cestería. También se aprovechan las tusas u hojas de la mazorca para amarras y la envoltura de tamales o como fuente de energía; de igual forma se aprovechan los olotes, que es la parte leñosa de la mazorca, para diferentes necesidades, entre ellas como tapón de botellas.

Erguidas en las cañas del maíz crecen las plantas de frijol, importantes para la nitrogenación del suelo, y como fuente alimentaria, y la complementación protéica de la dieta. La planta de ayote crece de forma rastrera y también representa una importante fuente alimentaria, haciéndose uso de los arcillos y brotes tiernos, conocidos como quelites, así como las flores, los frutos tiernos y sazones, y también las semillas.

En la milpa se muestra una relación simbiótica donde se combina la siembra de maíz con frijoles y ayotes. Las matas de frijol fijan nitrógeno al suelo, algo beneficioso para el crecimiento de las plantas de maíz y otros cultivos; mientras que la mata de ayote crece al ras del suelo, favoreciendo la sombra y conservación de la humedad.

De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad de México, el témino «milpa» proviene del náhuatl milpan de milli que significa «parcela sembrada» y pan «encima de». Se considera un espacio dinámico de recursos genéticos en un sistema agrícola tradicional caracterizado por ser policultivista, donde las plantas de los alimentos de la tríada básica (maíz-frijol-ayote) crecen junto las plantas silvestres, constituyéndose en un espacio de gran valor alimentario y nutricional. Además, en este sistema agrícola tradicional también se encuentran especies que entre ellos aves, roedores, insectos, reptiles que cumplen diversas funciones en el ecosistema, incluyendo la dispersión de semillas.

Las milpas como sistemas agroalimentarios de gran valor para las familias campesinas y comunidades, son un reflejo de los conocimientos, la tecnología y las prácticas agrícolas ancestrales, heredadas de generación en generación, que fueron y actualmente son necesarias en el esfuerzo de proteger el suelo, aprovechar al máximo la tierra, y favorecer prácticas agroproductivas amigables con el ambiente. Representan un espacio de trabajo y conservación de los saberes ancestrales para asegurar la alimentación y soberanía alimentaria familiar.

Desde el punto de vista alimentario y nutricional, la milpa ocupa un lugar altamente relevante, principalmente en zonas rurales, donde es posible cultivar la tierra. Implica el cuidado del suelo y la preparación del terreno para la siembra, así como la práctica ancestral de conservación e intercambio de semillas, lo cual es altamente relevante en materia de recursos fitogenéticos y agrodiversidad.

La milpa significa fuente de alimento, pero también un tesoro cultural invaluable, puesto que los saberes asociados con la obtención y uso de los productos que se encuentran en esta porción de tierra por parte de las familias, forma parte del patrimonio cultural.

Para mayor información sobre la milpa, lo invitamos a que consulte la página «Biodiversidad Mexicana«; también recomendamos el artículo «La milpa maya actividad productiva milenaria» publicado por la Organización de Naciones Unidas y un video sobre el mismo tema.

La milpa crece. Fotografía de acceso libre Pixabay.

En Costa Rica, la expresión «ir a milpear» o «ir a la milpa» significa para el campesino trasladarse a la milpa para realizar tareas cotidianas de cuidado, como cuidar las matitas que recién brotan en la tierra, eliminar algunas malezas que impidan el crecimiento óptimo de las plantitas sembradas o bien ir a cosechar el maíz. En torno a la milpa y la cosecha del maíz se han establecido rituales y las denominadas «fiestas del maíz» en donde las familias y comunidades se congregan para celebrar colectivamente la cosecha, con la preparación de platillos y bebidas con maíz.

*Nota elaborada por Patricia Sedó Masís, proyecto EC-436 Escuela de Nutrición UCR, 18 de julio 2023.

Referencias:

Comisión Nacional para el conocimiento y uso de la biodiversidad. La milpa. En: Biodiversidad Mexicana.

Gutiérrez, N.G., Gómez Espinoza, J.A., 2011. Relatos de vida productiva alrededor del maíz. Maíz, milpa, conocimiento y saberes locales en comunidades agrícolas, En: Argueta Villamar, A., Corona-M, E., Hersch, P. (Eds.), Saberes Colectivos Y Diálogos de Saberes En México. Universidad Nacional Autónoma de México, México, pp. 329–343.

Compartir en redes sociales:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *