Entre julio y agosto es la época donde se presenta abundancia de exquisitos jocotes en Costa Ruca. Su nombre científico es Spondias purpurea. Es un producto nativo del Sur de México, Centro América y de las Antillas, y actualmente se encuentra diseminado por el Caribe y América Tropical.
Su nombre proviene del náhuatl “xocotl”, término referido a “agrio”.
El jocote lo encontramos de México hasta el suroeste de Ecuador, pero es cultivado en áreas tropicales y subtropicales de todo el mundo (Chízmar, 2009). En Costa Rica, el árbol de jocote se distribuye de forma amplia en la vertiente del Pacífico y el Valle Central. Los cantones de Aserrí y Acosta son lugares de amplia producción de esta fruta que abastece el mercado; sin embargo, es común observar árboles de jocote para la delimitación de terrenos y cafetales en zonas rurales, algo común desde la antigüedad.
El árbol puede alcanzar hasta más de 10 metros de altura, con innumerables ramas que forman una copa abierta. Dada la extensión de las ramas, las cuales son un tanto delgadas y quebradizas, la persona que quiera obtener frutos de forma manual o con ayuda de un gancho y una canasta, requiere gran destreza para evitar un accidente.
Los frutos fácilmente son visibles en las ramas, dado que durante la cosecha el árbol pierde gran parte de sus hojas. En medio del follaje, es fácil detectar los frutos verdes, y con más facilidad aquellos maduros, puesto que la cáscara adquiere un llamativo color entre morado y rojo.
La madera de jocote es utilizada para elaborar cajas y artesanías, y es valorada como leña. También, es común el consumo de los brotes tiernos, los cuales se consumen crudas, así como también se elaboran bebidas licuando las hojas con agua. Su sabor es ácido, con lo cual también son utilizadas para elaborar ricas ensaladas, se agregan al arroz o sopas.
En cuanto al valor nutricional del fruto del jocote, éste varía según el grado de madurez. Los jocotes verdes son ricos en vitaminas A y C, fibra y hierro; mientras que los maduros tienen mayor contenido de azúcares, vitamina A y otras sustancias con alto poder antioxidante. En el caso de las hojas, las mismas son ricas en calcio, ácido fólico, hierro y fibra.
Jocotes maduros. Fotografía de Patricia Sedó Masís, abril 2014. Proyecto EC-436, Escuela de Nutrición UCR.
De acuerdo con la Tabla de Composición de Alimentos para Costa Rica (Ulate y Murillo, 1985), cuatro jocotes medianos aportan cerca de 45 mg de vitamina C, algo muy similar al aporte de una naranja mediana o un trozo mediano de papaya madura.
Al revisar información sobre propiedades medicinales, se le atribuye beneficios tanto al fruto como a las hojas. Al ser el fruto rico en vitaminas A y C, fortalece el sistema inmunológico y la decocción de las hojas se utiliza para lavar heridas o curar problemas de la piel y ulceraciones en la boca. Las hojas y la corteza también se utilizan para la elaboración de tés a los que se le atribuyen propiedades antiinflamatorias (Chízmar, 2009).
En cuanto a los usos comestibles, los frutos son globosos con una sola semilla grande y fibrosa donde se adhiere una pulpa carnosa, la cual es comestible. Cuando el fruto está verde, su sabor es predominantemente ácido, pero conforme madura adquiere una coloración amarilla intensa y un sabor entre dulce y ácido. Los jocotes llamados “tronadores” son aquellos de mayor tamaño y con mayor proporción de pulpa.
El fruto se consume en su estado fresco, siendo altamente apetecidos los jocotes recién recolectados, los que mantienen una textura jugosa y turgente al morder. Se pueden consumir en diferentes estados de maduración: verdes, “pintones” o medio sazones y maduros. En todos los casos, puede ser el ingrediente principal para la elaboración de bebidas, mieles, salsas agridulces, encurtidos, helados y diferentes postres.
Periquito comiendo jocotes. Fotografía de uso libre, Pixabay.
Desde el 2005, el pueblo de Uruca de Aserrí celebra la Feria del Jocote a cargo de la Asociación de Productores de Jocote. Este un espacio dedicado a la promoción y venta de jocote y productos a base de esta fruta. Y para que no le duelan los “jocotes” (dícese de los dedos de los pies), en el campo ferial usted puede desplazarse tranquilamente y visitar los diferentes puestos de venta de deliciosos jocotes, helados, rompope, jaleas y otros; también pueden realizarse recorridos guiados a las fincas.
Fuentes bibliográficas:
Chízmar, C. (2009). Plantas comestibles de Centroamérica. Heredia: Instituto Nacional de Biodiversidad. p. 29-32.
Ulate E., Murillo S. (1985). Tabla de composición de alimentos para Costa Rica. San José: Instituto de Investigaciones en Salud, Universidad de Costa Rica.
Vanegas M. (2005). Guía técnica del cultivo del jocote. El Salvador: Programa Nacional de Frutas. IICA/Ministerio de Agricultura y Ganadería de El Salvador.
*Nota elaborada por M.Sc. Patricia Sedó Masís, Proyecto EC-436, Escuela de Nutrición UCR. 6 de agosto 2023.